San Ignacio nació en 1491 en el castillo de Loyola, al norte de España.
Sus padres, tuvieron once hijos: ocho varones y tres mujeres. El más joven de todos fue Ignacio.
Entró a la carrera militar, pero en 1521, a los 26 años, fue gravemente herido mientras defendía el Castillo de Pamplona.
Los vencedores lo enviaron a su Castillo de Loyola a que fuera tratado de su herida. Mientras estaba herido pidió que le llevaran novelas de caballería, pero le dieron libros sobre "La vida de Cristo" y el "Año Cristiano", o sea la historia del santo de cada día.
Y le sucedió un caso muy especial. Antes, mientras leía novelas y narraciones inventadas, en el momento sentía satisfacción pero después quedaba con un sentimiento horrible de tristeza. En cambio al leer la vida de Cristo y las Vidas de los santos sentía una alegría inmensa que le duraba por días y días. Esto lo fue impresionando profundamente.
Y mientras leía las historias de los grandes santos pensaba: "¿Y por qué no tratar de imitarlos? Si ellos pudieron llegar a ese grado de espiritualidad, ¿por qué no lo voy a lograr yo? ¿Por qué no tratar de ser como San Francisco, Santo Domingo, etc.? . Se propuso entonces no dedicarse a servir a gobernantes de la tierra sino al Rey del cielo.
Cuando ya se sintió mejor se fue en peregrinación al famoso Santuario de la Virgen de Monserrat. Allí se consagró a la Virgen Santísima e hizo confesión general de toda su vida.
Se fue luego a un pueblecito llamado Manresa, a 15 kilómetros de Monserrat a orar y hacer penitencia, allí estuvo un año. Cerca de Manresa había una cueva y en ella se encerraba a dedicarse a la oración. Allí se le ocurrió la idea de escribir los Ejercicios Espirituales, anotando todo lo que le sucedía y lo que sentía.
A los 33 años empezó como estudiante de colegio en Barcelona, España. Después pasó a la Universidad de Alcalá. Vestía muy pobremente y vivía de limosna. Reunía niños para enseñarles religión; hacía reuniones de gente sencilla para tratar temas de espiritualidad, y convertía pecadores hablándoles amablemente de lo importante que es salvar el alma.
Se fue a Paris a estudiar en su famosa Universidad de La Sorbona. Allá formó un grupo con seis compañeros que se han hecho famosos porque con ellos fundó la Compañía de Jesús. Ellos son: Pedro Fabro, Francisco Javier, Laínez, Salnerón, Simón Rodríguez y Nicolás Bobadilla.
Se fueron a Roma y el Papa Pablo III les recibió muy bien y les dio permiso de ser ordenados sacerdotes.
San Ignacio se dedicó en Roma a predicar Ejercicios Espirituales y a catequizar al pueblo. Sus compañeros se dedicaron a dictar clases en universidades y colegios y a dar conferencias espirituales a toda clase de personas. Se propusieron como principal oficio enseñar la religión a la gente.
En 1540 el Papa Pablo III aprobó su comunidad llamada "Compañía de Jesús", cuyos miembros son conocidos con el nombre de "Jesuitas". El Superior General de la nueva comunidad fue San Ignacio hasta su muerte. En Roma pasó todo el resto de su vida, hasta el año 1556 cuando muriò.
Sus padres, tuvieron once hijos: ocho varones y tres mujeres. El más joven de todos fue Ignacio.
Entró a la carrera militar, pero en 1521, a los 26 años, fue gravemente herido mientras defendía el Castillo de Pamplona.
Los vencedores lo enviaron a su Castillo de Loyola a que fuera tratado de su herida. Mientras estaba herido pidió que le llevaran novelas de caballería, pero le dieron libros sobre "La vida de Cristo" y el "Año Cristiano", o sea la historia del santo de cada día.
Y le sucedió un caso muy especial. Antes, mientras leía novelas y narraciones inventadas, en el momento sentía satisfacción pero después quedaba con un sentimiento horrible de tristeza. En cambio al leer la vida de Cristo y las Vidas de los santos sentía una alegría inmensa que le duraba por días y días. Esto lo fue impresionando profundamente.
Y mientras leía las historias de los grandes santos pensaba: "¿Y por qué no tratar de imitarlos? Si ellos pudieron llegar a ese grado de espiritualidad, ¿por qué no lo voy a lograr yo? ¿Por qué no tratar de ser como San Francisco, Santo Domingo, etc.? . Se propuso entonces no dedicarse a servir a gobernantes de la tierra sino al Rey del cielo.
Cuando ya se sintió mejor se fue en peregrinación al famoso Santuario de la Virgen de Monserrat. Allí se consagró a la Virgen Santísima e hizo confesión general de toda su vida.
Se fue luego a un pueblecito llamado Manresa, a 15 kilómetros de Monserrat a orar y hacer penitencia, allí estuvo un año. Cerca de Manresa había una cueva y en ella se encerraba a dedicarse a la oración. Allí se le ocurrió la idea de escribir los Ejercicios Espirituales, anotando todo lo que le sucedía y lo que sentía.
A los 33 años empezó como estudiante de colegio en Barcelona, España. Después pasó a la Universidad de Alcalá. Vestía muy pobremente y vivía de limosna. Reunía niños para enseñarles religión; hacía reuniones de gente sencilla para tratar temas de espiritualidad, y convertía pecadores hablándoles amablemente de lo importante que es salvar el alma.
Se fue a Paris a estudiar en su famosa Universidad de La Sorbona. Allá formó un grupo con seis compañeros que se han hecho famosos porque con ellos fundó la Compañía de Jesús. Ellos son: Pedro Fabro, Francisco Javier, Laínez, Salnerón, Simón Rodríguez y Nicolás Bobadilla.
Se fueron a Roma y el Papa Pablo III les recibió muy bien y les dio permiso de ser ordenados sacerdotes.
San Ignacio se dedicó en Roma a predicar Ejercicios Espirituales y a catequizar al pueblo. Sus compañeros se dedicaron a dictar clases en universidades y colegios y a dar conferencias espirituales a toda clase de personas. Se propusieron como principal oficio enseñar la religión a la gente.
En 1540 el Papa Pablo III aprobó su comunidad llamada "Compañía de Jesús", cuyos miembros son conocidos con el nombre de "Jesuitas". El Superior General de la nueva comunidad fue San Ignacio hasta su muerte. En Roma pasó todo el resto de su vida, hasta el año 1556 cuando muriò.
(Tomado de la web: www.colegioinmaculadasf.com.ar)
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